El oso pardo es un plantígrado, que apoya su peso sobre el pie entero.
Su peso varía mucho según la época del año y la disponibilidad de alimentos, el peso promedio de los machos es de 117 kg, 93kg las hembras, a pesar algunos osos machos han llegado a pesar hasta 200 kg.
El color del oso pardo varía, desde casi negro en distintos tonos de marrón a beige claro.
Los osos prefieren vivir en los bosques de montaña, pero a veces se aventuran en terreno abierto en su
búsqueda de alimentos.
Son omnívoros, pero con clara preferencia vegetariano.
Su comida favorita son los arándanos, la vegetación verde, las hormigas y, por supuesto, la miel, que se atreven a pesar que las abejas atacan y les pican en sus narices sensibles! También atacan y devoran a los animales de las granjas.
Hace 15-20 años había sólo unos 70 osos vivían en estado salvaje en España, pero gracias a las intervenciones de las autoridades, el número ha aumentado a alrededor de 110.
Viven en diferentes áreas en el norte de España, que abarca partes de Castilla-León, Cantabria y Asturias. Debido a su hábitat limitado y el escaso número de osos, la endogamia se ha convertido en un problema, por lo que es
más y más difícil para las hembras quedarse embarazadas. Para solucionar esto se están intercambiando osos de sus áreas y parece que está resultando exitoso.
Su peso varía mucho según la época del año y la disponibilidad de alimentos, el peso promedio de los machos es de 117 kg, 93kg las hembras, a pesar algunos osos machos han llegado a pesar hasta 200 kg.
El color del oso pardo varía, desde casi negro en distintos tonos de marrón a beige claro.
Los osos prefieren vivir en los bosques de montaña, pero a veces se aventuran en terreno abierto en su
búsqueda de alimentos.
Son omnívoros, pero con clara preferencia vegetariano.
Su comida favorita son los arándanos, la vegetación verde, las hormigas y, por supuesto, la miel, que se atreven a pesar que las abejas atacan y les pican en sus narices sensibles! También atacan y devoran a los animales de las granjas.
Hace 15-20 años había sólo unos 70 osos vivían en estado salvaje en España, pero gracias a las intervenciones de las autoridades, el número ha aumentado a alrededor de 110.
Viven en diferentes áreas en el norte de España, que abarca partes de Castilla-León, Cantabria y Asturias. Debido a su hábitat limitado y el escaso número de osos, la endogamia se ha convertido en un problema, por lo que es
más y más difícil para las hembras quedarse embarazadas. Para solucionar esto se están intercambiando osos de sus áreas y parece que está resultando exitoso.
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